lunes, 12 de marzo de 2012

Kamikazes.

Mi cabeza gira y gira sin parar atacándome con momentos de histeria o de euforia, cuando te quiero comer y cuando no quiero volverte a ver.
Y así se pasan los días, vivo en una ruleta rusa en la que tu eres el centro y gira y gira y yo sigo jugando, arriesgandome a equivocarme otra vez, viviendo al filo de esos momentos en los que se que quieres coger la puerta y no volver nunca mas.
Y te adaptas a cada uno de ellos y te conviertes en mi complice, hasta el limite.
De mis neuras, movidas, fobias y filias, ataques de risa. . .
Debemos ser muy kamikaces, pero es mas de lo que los dos podemos pedir.

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